Si me pidieras que pintara mi retrato con palabras, comenzaría delineando a una niña muy pequeña, con un lápiz en la mano y los ojos verdes brillantes, contemplando extasiada una hoja de papel en blanco, llena de infinitas posibilidades. Continuaría dibujando luces y sombras, esta imagen cobraría vida propia, y la niña habría llenado ese papel en blanco con un montón de garabatos en forma de animales, símbolos, criaturas fantásticas y lugares mágicos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwdRYIwISZDBkmFOFSxQWOlhaggTADV6FyLrTErpVRiLJLSjmuPYinESnyc-pcUE4XOr4AFKLvJ430Umvr181zLE7ROC2ik6f5HDtviVugQwcw7KoiZjhaH7ovRuZaw9k4FW2g5-GZvqM/s1600/Avatar+animales+Vic+baja+res.jpg)
Junto al hombro derecho de la niña, pintaría a una joven adulta, amante de la naturaleza y resplandeciente de sueños e ilusiones. Esta chica estaría a punto de comenzar sus estudios de Biología en Madrid, y de lanzarse a explorar las posibilidades del teatro, la danza, la simbología, los oráculos, y las técnicas de sanación ancestral, como una apasionada exploradora que buscase misteriosas fuentes, exóticas tribus y ciudades perdidas en la jungla.
Tras ellas, pintaría a una mujer adulta de mirada serena que, tras años de intensa vida y diversas luchas en el mundo exterior, habría emprendido por fin el camino de regreso a si misma, al sagrado hogar de su propio fuego interior, donde tiene lugar la vida más esencial. Comenzaría a colorearla de los pies a la cabeza con los matices predominantes en sus paisajes interiores, y entonces, ella se giraría, me miraría y diría:
"Sígueme, vayamos a jugar con los caballos, elevémonos hasta el cielo con el halcón, cabalguemos el dragón y hagamos una inmersión mar adentro, descubramos las riquezas que se ocultan en lo profundo, viajemos a los mundos interiores y pintemos todo lo que observemos, escribamos las historias que allí nacen, construyamos puentes, abramos puertas hasta estos lugares, y mostremos a otros cómo también pueden hacerlo.
Hagamos, de una vez por todas, aquello para lo que hemos nacido"
Esto escribiría sobre mí, si a día de hoy me pidieras que pintara mi retrato con palabras.
Tras ellas, pintaría a una mujer adulta de mirada serena que, tras años de intensa vida y diversas luchas en el mundo exterior, habría emprendido por fin el camino de regreso a si misma, al sagrado hogar de su propio fuego interior, donde tiene lugar la vida más esencial. Comenzaría a colorearla de los pies a la cabeza con los matices predominantes en sus paisajes interiores, y entonces, ella se giraría, me miraría y diría:
"Sígueme, vayamos a jugar con los caballos, elevémonos hasta el cielo con el halcón, cabalguemos el dragón y hagamos una inmersión mar adentro, descubramos las riquezas que se ocultan en lo profundo, viajemos a los mundos interiores y pintemos todo lo que observemos, escribamos las historias que allí nacen, construyamos puentes, abramos puertas hasta estos lugares, y mostremos a otros cómo también pueden hacerlo.
Hagamos, de una vez por todas, aquello para lo que hemos nacido"
Esto escribiría sobre mí, si a día de hoy me pidieras que pintara mi retrato con palabras.
Imagen: ilustración en proceso, Victoria Vanadis 2014©
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